Que
los triángulos de emergencia tienen los días contados es algo que ya sabes desde hace tiempo. También que
serán las luces V16 las que los sustituyan, esas balizas luminosas que pueden usarse legalmente en nuestras carreteras desde el verano pasado. Lo que tal vez no sepas es cómo se nos encendió la bombilla para idear un dispositivo que permitiera a los conductores no tener que bajarse de sus vehículos a la hora de señalizar un incidente. Al igual que todas las historias que hablan sobre el germen de una idea, esta es una historia larga, llena de giros, anécdotas y noches en vela. Hoy nos hemos decidido a arrojar algo de luz sobre el nacimiento de Help Flash, sobre cómo se crearon las V16 en Galicia y sobre cómo, sorprendentemente, somos un invento español, pero hemos decidido no ponerle un palo.
Una idea que llevó a otra idea
Ocurre a menudo que la semilla de los grandes inventos nace de intentar dar solución a un problema diferente al que se acaba resolviendo. Algo parecido sucedió con el nacimiento de Help Flash. La inspiración le llegó a Jorge Torre, creador de las balizas V16, al fijarse en los coches de policía camuflados. En caso de emergencia, los agentes tenían que colocar una luz sobre el techo del vehículo que los identificara como cuerpo de seguridad en acción, sin embargo, esta era una luz bastante imperfecta. Uno de sus principales defectos era que debía ir conectada al mechero del coche, lo que suponía que un cable en espiral danzaba entre las manos del conductor y que el copiloto, en un ejercicio extremo de malabarismos, tenía que ocuparse de evitar que se saliera la clavija de conexión al tiempo que se comunicaba con otros agentes. ¿Te estás imaginando una escena de
Loca academia de policía? Tal vez no fuera para tanto, pero era algo que, sin duda, se tenía que resolver. Otro de los grandes problemas de esa luz de emergencia era que se activaba de forma automática e inmediata al ser conectada al mechero, lo que en un descuido podía deslumbrar a los ocupantes del vehículo y dejarlos, como se suele decir, como a un conejo cuando le han dado las largas. O lo que es lo mismo, con visibilidad reducida durante cinco minutos. Detectar estos problemas le sirvió a Jorge Torre, desde siempre con una clara vocación de inventor, para idear un sistema que le permitiera a la policía una señalización más cómoda y rápida. Y después llegó la pregunta que terminó de revolucionar todo:
¿y si todos los coches pudieran llevar una luz similar para casos de emergencia? Eran finales de los 90, los triángulos de preseñalización habían pasado a ser obligatorios y los atropellos por tener que bajar del vehículo y andar 50 metros para colocarlos en la carretera, se habían convertido en una realidad alarmante.
¿Qué podía sustituir a los triángulos de emergencia?
Todos lo sabemos por experiencia propia o hemos sufrido solo de tener que imaginar la situación:
colocar correctamente los triángulos de emergencia, nunca ha sido tarea fácil. Y menos hacerlo en autovías, cruces, túneles, puentes, rotondas, o si el conductor tiene problemas de movilidad. Al mal trago de tener una avería o accidente y quedarse detenido en mitad de la carretera, se sumaba la ansiedad de tener que bajar del vehículo y correr el riesgo de ser atropellado. Así fue como a Jorge Torre se lo ocurrió diseñar una baliza luminosa similar a la de los coches de los cuerpos de seguridad. Para su creación, sería necesario modificar la secuencia y color del destello, eliminar el cable y cambiarlo por un sistema de recarga de pilas comerciales, idear un sistema de fijación a la chapa metálica que resistiera las inclemencias del tiempo y diseñar un dispositivo que fuera intuitivo, de fácil uso, autónomo, compacto y de pequeño tamaño para poder llevarlo en la guantera del coche,
¡o incluso en una moto!
Desarrollo de las luces V16: ¿qué características debían cumplir?
Como es obvio, un invento que ha llegado a cambiar la normativa vial y mejorado la seguridad de nuestras carreteras, no se diseña en un solo día. “Lo cierto es que
pasé varios años de dedicación al desarrollo de una solución viable”, explica su creador, “combinando y adaptando soluciones existentes en el mercado, investigando por mi cuenta las soluciones led que aparecían en el mercado y otras soluciones electrónicas para sacar el máximo de todas las tecnologías existentes a través de una simple pila”. Veamos cuáles fueron las conclusiones que sacó Torre sobre las características que debía cumplir un nuevo dispositivo de señalización.
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Destinado a conductores comunes. La baliza debía ser de fácil uso para que cualquier persona sin conocimientos específicos o con limitaciones de movilidad, pudiera activarla de forma intuitiva en un momento crítico como es el de quedarse detenido en una vía pública que, además, conlleva un estadio de ansiedad casi inevitable.
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Activación automática por contacto. Jorge Torre era consciente de que “la solución del automatismo debía pasar necesariamente por fuerzas magnéticas en equilibro constante pero intenso”. Se descartó así la incorporación de un interruptor y se apostó por una activación automática al entrar en contacto con una superficie metálica. ¿El lugar ideal para colocarlo? El techo del coche, ya que además de evitar que el conductor tuviera que bajar del vehículo y quitarse el cinturón de seguridad, aseguraba una buena visibilidad al ser el punto más alto en el que se podía colocar. La investigación que Torre llevó a cabo en tecnología magnética, le llevó a desarrollar el primer actuador completamente automático por inducción magnética del mundo, cuya primera versión fue registrada en España en el año 2005, pero que hoy cuenta con nuevos y evolucionados formatos en forma de complejos dispositivos magnéticos de conectividad y con múltiples aplicaciones tecnológicas.
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Autonomía y luminosidad reconocible. Jorge Torre también tenía claro que el dispositivo que ideara debía emitir una luz perceptible a gran distancia, reconocible y que no dependiera en ningún caso del estado del propio vehículo para garantizar una activación automática. En paralelo a la investigación sobre la nueva baliza, también evolucionaba la tecnología led, hoy tan presente en nuestros días, pero que por aquellos solo era accesible a través de canales tecnológicos cerrados.
Evolución de las luces V16: de los primeros prototipos al dispositivo final
Llegar a los dispositivos Help Flash que hoy todos conocemos, fue un camino largo y que requirió de una ardua investigación tecnológica y, como sucede con todos los inventos, de numerosas pruebas y ensayos.
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Años 1998 -2001. El prototipo de ensayo funcional inicial ve la luz en el año 1998 y en 2001 llega el prototipo de ensayo de potencia luminosa, climático, y mejora de la inducción magnética. Aunque eran productos muy innovadores, debieron someterse a una carga de corriente muy superior a lo que podían resistir y a voltajes también muy superiores al indicado por el fabricante, pero en ciclos tan cortos que prácticamente llegaban al punto de fusión antes de apagarse en cada ciclo. En 2001 Jorge Torre explica así los avances de los primeros prototipos: “el resultado de mis investigaciones fue lograr emitir con una fuente de luz led convencional, usando tan solo la energía de una pila de 9 voltios, el equivalente a la potencia luminosa de una intermitencia de un vehículo automóvil convencional.”
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Año 2009. Los primeros prototipos de sensórica y luminarias fueron desarrollados aprovechando piezas y componentes reciclados con la ayuda del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG). La primera preserie de la primera lámpara de preseñalización de emergencia Help Flash era un elemento algo tosco, pero lo suficientemente reducido como para meterlo en la guantera. Tal y como asegura Torre: “el propio fabricante del led, no daba crédito a la intensidad de luz que conseguimos extraer de aquellas pequeñas cápsulas luminosas.” En el 2009, tras varios años de investigación, vio la luz la primera baliza luminosa del mundo completamente automática, capaz de funcionar con una pila comercial de posición única que le proporcionaba potencia suficiente para brillar sin deslumbrar, y que también era capaz de activarse al contacto con una superficie metálica férrica. El destello era corto, pero introducía lo que fue la primera corona led de producción industrial orientada a este objetivo. De este modelo se produjeron varios centenares de equipos con un proceso de montaje completamente manual y que sirvieron para poder testar las duras condiciones de uso, almacenamiento y condiciones de temperatura y humedad variables.
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Año 2013. Se introduce una revolucionaria innovación que combinaba leds ámbar con autocolimación con leds blancos de amplio rango de dispersión. Estaba naciendo así la primera baliza de emergencia direccional, dotada de una luminaria auxiliar hemisférica de luz blanca, de la que se montaron también unos centenares de unidades para nuevos tests. Esta baliza también introducía por primera vez la señal de triple destello secuencial característica de Help Flash (que en código Morse es la letra s identificada como peligro), lo que resultó ser un completo éxito debido a su eficiencia y a la percepción visual. Además, esto la distinguiría de todos los tipos de señalizaciones existentes hasta el momento y evitaría así la confusión.
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Hacia un dispositivo final. Después de ser presentada en distintos ámbitos y ser testada en todo tipo de condiciones y por diversos actores, especialmente asociaciones de víctimas, se llegó al diseño definitivo de la característica baliza que hoy conocemos como Help Flash. Este diseño final incluía la nueva tecnología de encendido, capaz de activarse de forma automática de dos formas diferentes para adaptarse a superficies férricas y no férricas mediante el giro de su tapa, minimizando así el riesgo de activación accidental. Al mismo tiempo, introducía por primera vez en el mercado el concepto de reflector parabólico con doble funcionalidad, una innovación que hoy en día han emulado múltiples equipos de señalización basados en la filosofía Help Flash.
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Años 2016-2019: primeras producciones industriales y homologación. La primera producción industrial de consumo de Help Flash salió al mercado en octubre del año 2016 y se lograron vender más de 20.000 unidades. Este enorme éxito entre conductores y asociaciones de víctimas llamó la atención de la propia Administración y acabó dando lugar a su reglamentación oficial en España en julio de 2018 como señal V16. Fue entonces cuando se empezaron a definir las condiciones técnicas de su homologación, que se produjeron en enero de 2019 bajo uno de los certificadores más exhaustivos del mundo, ApPlus Idiada. Tal fue el éxito de Help Flash que la marca pasó a fijarse como modelo de todos los equipos de su clase. Su eslogan, #UnaLuzParaSalvarVidas, es ya todo un emblema de la firma.
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Nuevos modelos. La marca siguió investigando nuevas líneas de innovación en seguridad vial, lo que dio lugar a una segunda versión más avanzada de Help Flash, dotada de telecomunicación automática, un diseño que fue pionero en el mundo y homologado y patentado en 2019. La nueva baliza se conectaba automáticamente al teléfono del usuario, contactaba con su aseguradora y proveía al conductor de todos los servicios necesarios, incluida la llamada al servicio de emergencia 112 en caso de que fuera necesario. Este nuevo dispositivo geolocalizado ha sido el que ha acabado por trazar una nueva etapa en la regulación vial española: desde 2026 todos los vehículos que circulen por nuestro país, deberán contar con una baliza de este tipo, capaz de conectarse por medios propios con la Dirección General de Tráfico.
Hacia una nueva era en la seguridad vial
Las estadísticas de siniestros que arrojaba la DGT por aquellos años ya hacían evidentes las graves consecuencias de las paradas por avería. Mientras que el resto de cifras de siniestralidad bajaban, las relacionadas con los atropellos en carretera como consecuencia de tener que bajar del vehículo a colocar los triángulos de emergencia, se mantenían constantes. Esto le sirvió a Jorge Torre para confirmar, una vez más, la
urgencia de un nuevo modelo de señalización: “Aunque estaba muy seguro desde el inicio de que iba por el buen camino, estos datos me dieron la clave para dedicar todos mis esfuerzos en la dirección adecuada.” Hoy, la marca Help Flash es conocida por su gran
implicación en la innovación de seguridad vial en España y por su constante evolución hacia equipos mucho más sofisticados y adaptados a las nuevas tecnologías. Es cierto que el éxito del invento de las luces V16 ha sido tal que han salido imitadores de todo tipo. Pero tal y como explica su creador: “estamos orgullosos por la gratitud de ver el deber cumplido.”