Hemos empezado una nueva etapa, ya mezclados autos y camiones según la clasificación de ayer, así que en la posición 40. Hoy, además, como novedad, nos han entregado el Road Book por la mañana.
Hemos pasado el control de llegada de la salida de la especial y allí nos han hecho entrega del rutómetro y nos han dado 15 minutos para estudiarlo antes de partir. Es ésta una medida que celebro, porque nos iguala a todos ya que, a priori, ningún equipo tenía información antes de empezar el selectivo.
Un comienzo polvoriento
Largamos sobre una pista arenosa y polvorienta y, como salimos cada 30 segundos, no da tiempo a que el polvo vuelva a depositarse en el suelo y queda en suspensión.
Han pasado bastantes kms, entre adelantar a los que circulaban más lentos y que nos adelantaran los que ayer tuvieron algún problema, pero son más rápidos que nosotros, para encontrar la posición donde ni adelantas ni te adelantan, circulas sin polvo y mi función como navegante es mucho más divertida porque no hay nadie delante que te guíe.
Etapa en pleno desarrollo
Las viñetas del Road Book van pasando, pistas rápidas y arenosas los primeros 30kms, muy pedregoso los siguientes 30 y el resto ha alternado entre rápido y roto, a lo largo de cauces de ríos secos y entre cañones.
El paisaje ha sido precioso, magníficas formaciones rocosas entre la dorada arena del desierto, estrechos cañones, magníficos lechos de ríos secos y unas majestuosas montañas en el horizonte, todo ello bajo un claro y nítido cielo azul.
Faltando 50 kms para el final, en una apurada de frenada ligeramente tardía, hemos arrancado un tirante que soporta el eje delantero, lo que nos ha representado parar para desmontarlo y evitar que se clave en el suelo y nos catapulte hacia delante como si fuera un salto de pértiga.
Cuenta corriente del camión
Hoy, voy a introduciros en un concepto novedoso en este loco mundo de las carreras, lo que yo llamo la cuenta corriente mecánica del camión.
El camión tiene su propia cuenta corriente con nosotros y al arrancar cada mañana tenemos saldo acreedor en la cuenta. A cada golpe, a cada salto fuera de lugar, en cada pasada de frenada en la que hacemos tope de suspensión, el camión va tomando nota y se lo apunta en su debe y resta saldo de nuestro haber.
Si somos buenos, seguimos al pie de la letra nuestra estrategia, no chocamos, no maltratamos la máquina, nos portamos bien con el camión, evitamos saltos innecesarios, etc., entonces, llegamos al campamento con saldo acreedor, pero si no es así, dependiendo del crédito que tengamos, o paramos a reparar y compensamos saldo o no llegamos.
Problemas de navegación
La de hoy ha sido, también, una especial muy divertida en cuanto a navegación se refiere, me lo he pasado genial, pues en múltiples ocasiones nos hemos cruzado con participantes, de todas las categorías, que venían de cara, en contra del sentido de la carrera buscando el paso o el Way point que no habían validado.
Han sido especialmente dos los puntos conflictivos: uno a la entrada de un cañón que era un poco complicado de encontrar el cap correcto y, dos, ya al final de la etapa, en el kilómetro 466 donde había dos viñetas realmente difíciles. En una, el secreto era interpretar correctamente el libro de ruta y seguir la indicación de la nota que no estaba dibujada, una indicación que viene a la derecha de la viñeta en la que el truco era darse cuenta de que se tenía que seguir la línea eléctrica aunque el cap, al principio no coincidiera.
Luego, al final había un WPC, que son aquellos Waypoint en los que jamás se abre el GPS, que la verdad es que ha sido realmente difícil de encontrar y he de agradecer el voto de confianza de mi tripulación que con fe ciega en mí, ha continuado aun cuando hemos visto como seis o siete vehículos que venían de cara, lo cual implica que la confianza en el copiloto es máxima; porque cuando vas por una pista y ves que la gente viene en contra dirección, lo primero que piensas es que nos hemos equivocado. Al final hemos encontrado el WP sin más problemas.
Hoy, entre otras cosas, hemos visto que sin ayuda de map man, los “buenos”, también se pierden
Gas i xampany!!!
Ferrán Marco Copiloto de Albert Llovera