Gélida noche la pasada, más aun durmiendo en tienda de campaña, lo que ha hecho que, pese a que hemos madrugado, hemos subido al camión con ganas para paliar el frío.
Tras 177 km de enlace, con parada para repostar incluida a tope incluida, hemos empezado la etapa sobre piso arenoso pero rápido, circulando bastante rato al límite permitido de 140 km/h para los camiones. Como que los SSV, pequeños buggies, están limitados a 130 km/h, hemos adelantado unos cuantos antes de adentrarnos en la dunas. Hoy ya hemos circulado, toda la etapa, sobre arena, largas llanuras y valles de arena, salpicados en cordones de dunas. Cruzábamos un cordón de dunas de pocos km, y empalmábamos con pistas rápidas sobre arena, a lo largo de la llanura, que siempre es llana porque está repleta de ondulaciones y saltos, así como pistas que utilizan la población local. Albert ha franqueado las dunas con soltura y pericia, a buen ritmo, sin encallarnos en ningún momento, y buscando siempre el lugar más fácil y rápido para evitar riesgos.
Hacia el km 200 del sector selectivo hemos pinchado la rueda trasera derecha lo que nos ha demorado no más de 12 minutos, vamos mejorando la técnica y ganamos en pericia. El resto de la etapa ha transcurrido sin más vicisitudes, pistas rápidas a 140km/h y franqueo de dunas hasta alcanzar la meta. Ha sido una etapa larga, 478 km, difícil pero también rápida y bastante divertida con mucha navegación a rumbo en las dunas. Hoy las dunas, en comparación a la arena de ayer, han sido, en palabras de un gran sabio y amigo dakariano, mucho más eróticas que las de la víspera. Tendremos que explorar más este tema del erotismo dunero. Al acabar, 180km más de enlace hasta la capital del país, La anécdota de día ha sido que, a escasos 200 m. de la gasolinera, nuestro Iveco se ha parada por falta de combustible.
Ha consumido 800 litros de gasoil para recorrer 477 kilómetros de tramo cronometrado, 100% arena,y 70 km por carretera. El que narra la crónica ha caminado hasta la gasolinera, ha comprado dos garrafas de agua de 20 lts, las he vaciado y llenado de gasoil. Por suerte, han aparecido unos paisanos venidos para vivir la etapa de descanso que me han acompañado de vuelta al camión. Para cuando he llegado, Marc ya había arrancado el Iveco porque un competidor holandés, De Groot, nos ha prestado un lata con 20 lts de gasoil. Sin más hemos entrado en el campamento. Mañana etapa de merecido descanso.