¿Eres capaz de
cambiar las ruedas de tu coche en 58 segundos? ¿Te ha dado por aspirar litros y litros de gasolina como Otto en aquel capítulo de Los Simpson? Creemos bastante improbable que hayas contestado sí a alguna de estas dos preguntas, pero, eh, si cuentas con alguna habilidad del estilo y te crees capaz de batir un sorprendente récord relacionado con el mundo del motor, ¡no nos lo cuentes a nosotros! ¡Cuéntaselo al Libro Récord de los Guinness!
Historia de los Récord Guinness
Es uno de los libros más robados en las bibliotecas de Estados Unidos. Y eso no es un récord como tal, pero sí un dato que confirma el interés humano por la competición, por saber quién es el que más lejos lanza el chicle de la clase o el que más rato aguanta la respiración debajo del agua. Esto no serían más que marcas anecdóticas si no fuese porque existe un registro que las mide y publica cada año:
el Libro Récord de los Guinness.
El germen de la publicación se sembró en 1951 cuando Sir Hugh Beaver, por entonces Director Ejecutivo de la legendaria destilería Guinness Brewery, se encontraba de caza con unos amigos en el condado de Wexford, en Inglaterra. El detonante de la idea surgió entre disparo y disparo como un debate en torno a cuál sería el ave de caza más rápida de Europa, si el chorlito dorado o el uruguayo. Años más tarde, en 1954, el bueno de Hugh recordaría esta y otras acaloradas discusiones de pub (no necesariamente con sillas volando), que hoy se resolverían de una forma más rápida y sencilla:
googleando para salir de dudas. El caso es que Sir Hugh Beaver quiso buscar una solución a las clásicas disputas de Navidad entre cuñados y les encargó a los gemelos Norris y Ross McWhirter la ardua labor de compilar durante trece semanas una serie de datos y hechos significativos, de marcas humanas o de la naturaleza, que resultaran ciertamente sorprendentes. Así nació el Libro Récord de los Guinness, cuya primera edición vio la luz el 27 de agosto de 1955 y que
se convirtió a los pocos meses en uno de los libros más vendidos en Reino Unido. Hoy, más de 60 años después, se mantiene batiendo sus propios records y nunca falta en el top de ventas de librerías de todo el mundo.
Pero bajemos al asfalto de una vez por todas para conocer los récords más locos, divertidos y, por qué no decirlo, en ocasiones incluso absurdos, del mundo del motor.
El coche más pequeño del mundo
No es un Mini, no es un Smart, no es de juguete: es el
Peel P50. Fabricado en 1962 en la Isla de Man, entre Gran Bretaña e Irlanda, es el coche más pequeño del mundo. Fue diseñado como un coche urbano, de hecho, se anunciaba con una capacidad de “un adulto y una bolsa de la compra”.
Medía 1,37 metros de largo, 1,04 de ancho y pesaba 59 kilos cuando estaba vacío (casi igual que los 1.847 kilos del Tesla Model 3). Llegaba a alcanzar los 61 kilómetros por hora y se vendieron tan solo 50 unidades, de las que todavía se mantienen 27. Y, atención por si algún día te cruzas con uno: siguen siendo legales en las carreteras de Reino Unido y Estados Unidos.
¿Cuántas personas caben en un coche?
Estás pensando en el coche de los payasos de Fofito, ¿verdad? Pues el récord no es suyo, por mucho que nos pese a todos. La marca la batió un grupo de
28 mujeres de East Sussex en 2012 y no fue, obviamente, en un Peel P50, pero sí en Mini Cooper de cuatro plazas. El récord anterior estaba en 27 y también lo habían logrado ellas, hasta que conocieron a la amiga número 28 y, bueno, ya se hicieron completamente imbatibles. Ah, por si te da por intentar probar suerte y superarlas, aquí van algunos de los requisitos para que el récord sea válido:
no quitar los asientos, que el coche quede bien cerrado y que todas las personas sean mayores de edad y midan más de 1,52 metros de altura.
Récord de kilómetros empujando un coche
Aviso a navegantes: este récord y el anterior son incompatibles para ser realizados de forma simultánea. La proeza en esta ocasión la llevó a cabo el croata Tomislav Lubenjak, entrenador de educación física, que a sus 27 años y
durante 107 kilómetros, empujó un Smart Fortwo de 730 kilos de peso. Batir el récord Guinness le llevó 23 horas y 20 minutos, superando así a los 82 kilómetros en 24 horas que había logrado un polaco con el mismo modelo de automóvil. Durante todo el recorrido, varios conductores se turnaron en períodos de cuatro horas para controlar la dirección y el freno, entre ellos,
la abuela de Tomislav.
El coche con más kilómetros del mundo
Sentimos informarte de que, aunque creas que tu coche ha visto mucho mundo, no es ni de lejos el que más kilómetros ha sumado. El récord se lo adjudicó
un Volvo P1800 S del 66, propiedad de Irv Gordon, que tras 52 años de rodaje
, superó la barrera de los cinco millones de kilómetros, en concreto 5.250.000. En un mundo donde parece imperar la conocida como obsolescencia programada, hay que reconocerle a Irv el amor incondicional por su coche, y a su leal Volvo, una capacidad incombustible de aguante.
El mejor vendedor de coches
Es la persona que cualquier concesionario sueña con tener en su plantilla algún día. Su nombre es Joe Girard y durante catorce años de carrera como vendedor de automóviles,
logró vender más de 13.000 vehículos. Ocurrió entre 1963 y 1977 en un concesionario Chevrolet en Estados Unidos. La media de venta de coches de Girard se estima alrededor de
6 al día, 174 al mes y casi un millar al año. Semejantes cifras, le hicieron merecedor de un récord Guinness y, como poco, esperamos que también de un buen aguinaldo por parte de sus jefes.
El coche más peludo
Reservamos como plato final un récord apasionante. Durante más de 20 días, la estilista italiana Maria Lucia Mugno se encargó de
cubrir con cabello humano el interior y exterior de un Fiat 500 del año 75. Para la hazaña utilizó
una tonelada de pelo, que fue desinfectado, lavado, blanqueado, teñido y, por supuesto, bien peinado.
¿Conoces más marcas increíbles relacionadas con el mundo del motor? ¿Estás pensando muy seriamente en batir tu propio Récord Guinness? ¡Estamos deseando conocerlas!