La atención plena al momento de ponerse frente al volante puede salvarnos la vida
Conducir por la ciudad es, sin duda, todo un reto. La contaminación visual que inunda nuestra perspectiva con publicidad u otros factores externos, sumado a la conducta, en algunos casos inapropiada, del resto de usuarios de la vía, pueden generar distracción frente al volante.
Incluso el estado anímico en el que nos encontramos se convierte en un factor determinante para la conducción. La ansiedad o el estrés pueden generar una sensación de conducción automática en la que no somos conscientes de la velocidad que tomamos o del recorrido que hacemos. Una situación realmente peligrosa, ya que ante cualquier imprevisto en carretera no disponemos de la capacidad de reacción que necesitamos.
Y es que, las distracciones siguen siendo una de las primeras causas de los accidentes de tráfico, según la DGT. No somos conscientes de la importancia de prestar atención hasta que no sentimos la inmensa responsabilidad de nuestras maniobras.
‘Mindfulness’ o cómo practicar atención plena al volante
Por ello, es tan importante la práctica del ‘mindfulness’, la focalización de la atención en el momento presente. Esta técnica proporciona mayor claridad mental, mejor capacidad de concentración, así como de resiliencia emocional.Tomar la atención plena mientras conducimos no solo nos puede salvar la vida, sino que colabora a un tránsito más ordenado y respetuoso. Así como a la reducción de incidentes en carretera.
Técnicas ‘mindfulness’ para una correcta conducción
Practicar estas técnicas es sencillo y sus consecuencias son muy positivas, pues ayudan a tener una mayor atención al volante:
- Reconoce la intención: antes de subir al vehículo observa cómo te encuentras, tu nivel de cansancio y toma consciencia del recorrido que vas a hacer.
- Respira: siéntate y tómate un momento para hacer un par de respiraciones profundas y conscientes.
- Toma consciencia de tu cuerpo: cuando te pongas el cinturón, toma consciencia de tu postura, las manos al volante y tu pie en el pedal.
- Tomar el control: una vez iniciado el recorrido, toma consciencia de tus pensamientos y enfoca tu atención en la carretera.
- Utiliza cada señal de parada para practicar la atención plena de tu cuerpo: cada vez que tengas que parar conecta tu consciencia con tu respiración.
- Vuelve al presente: cuando te des cuenta de que surge alguna tentación de revisar el móvil o desviarte hacia alguna otra distracción, retrocede y vuelve al presente.
- No tengas prisa por llegar a tu destino: una vez que llegues a tu destino, antes de salir del coche, espera un momento y toma consciencia del silencio una vez apagado el motor.
Haz una reflexión sobre si has disfrutado del viaje o te has estresado y qué harías diferente la próxima vez. De esta forma llegarás más relajado a tu destino.